Los barrios cercanos a las estaciones son lugares de encuentro y anclajes urbanos dentro de una ciudad. Son posibles impulsos que pueden activar las ciudades hacia una metrópolis más fuerte. En ese espacio de llegada y de salida, de peregrinación, de bienvenida y adiós, el horizonte es la silueta del barrio, un hecho que permanece en la memoria del viajero.
Como nexo de unión entre la estación y el condado de Hall, cinco espacios de piedra se han dispuesto a lo largo de la pista. Esta gama de edificios de oficinas se destaca en lo alto de un pedestal de acceso que dialoga con los transeúntes a través del vidrio y forma una relación arquitectónica con la zona. Las temáticas de las diversas aberturas infringen el carácter monótono de la gama y sus formas tipológicas, en ese sentido, es una respuesta a la morfología urbana suprayacente.